El proceso de adquirir habilidades lingüísticas es una de las proezas más notables del cerebro humano. Desde los primeros días de vida, los bebés comienzan a absorber sonidos, patrones y estructuras lingüísticas que les rodean. Aprovechar esta fenomenal capacidad durante la infancia temprana para aprender idiomas puede tener efectos profundos y duraderos en el desarrollo cognitivo y social de un individuo.
La importancia del aprendizaje de idiomas a edades tempranas se extiende más allá de la mera comunicación: moldea la mente y amplía las oportunidades en un mundo cada vez más globalizado.
Durante los primeros años de vida, el cerebro está en su etapa más maleable, conocida como plasticidad cerebral. Esta plasticidad permite que los niños absorban información y adquieran nuevas habilidades con mayor facilidad que en etapas posteriores. Coloquialmente solemos expresarlo con la famosa frase: “los niños son como esponjas”.
Exponer a los niños al aprendizaje de idiomas durante esta fase puede resultar en una habilidad natural para adaptarse y comprender diversas estructuras lingüísticas. Diversos estudios han demostrado que los niños expuestos a dos o más idiomas desde temprana edad tienden a desarrollar habilidades cognitivas superiores, como la resolución de problemas, la creatividad y la flexibilidad mental.
Además de los beneficios cognitivos, el aprendizaje de idiomas a edades tempranas también puede tener un impacto positivo en las habilidades sociales. Aprender un nuevo idioma no solo implica dominar una forma diferente de comunicación, sino también sumergirse en la cultura que lo rodea. Los niños que adquieren habilidades en diferentes idiomas están mejor equipados para comprender y apreciar la diversidad cultural, lo que a su vez fomenta la empatía, la tolerancia y la adaptabilidad en entornos interculturales.
En el mundo actual, donde las distancias geográficas y las barreras culturales están cada vez más difuminadas, el multilingüismo se ha convertido en una habilidad altamente valorada en el ámbito laboral. Las empresas buscan empleados que puedan comunicarse efectivamente con clientes y colegas en todo el mundo. Aquellos que han adquirido competencia en varios idiomas tienen una ventaja competitiva significativa en el mercado laboral global.
Además, el aprendizaje de idiomas a una edad temprana facilita el proceso de aprendizaje de otros idiomas en el futuro, ya que los patrones y las habilidades desarrolladas son transferibles.
En resumen, la importancia del aprendizaje de idiomas a edades tempranas radica en su capacidad para moldear la mente, promover el desarrollo cognitivo, enriquecer las habilidades sociales y brindar ventajas en el mundo laboral. El multilingüismo no solo amplía las oportunidades individuales, sino que también contribuye a la construcción de un mundo más interconectado y comprensivo. Como sociedad, invertir en la educación multilingüe desde la infancia es una inversión en el futuro de las generaciones venideras.
Por todo lo anteriormente expuesto, en KH Formación tenemos muy claro que es fundamental iniciar el aprendizaje del inglés desde 1º de infantil (3 años), por lo que prestamos especial atención a los grupos de esta edad para que nuestros alumnos se vayan familiarizando con el idioma de una manera natural y divertida.
Nuestra metodología se basa en una serie de rutinas que se repiten en cada clase, pero en la que van cambiando los contenidos. De este modo conseguimos que el alumnado sepa “que parte toca” en cada momento de la clase y conseguimos que adquieran vocabulario y pronunciación de una manera muy natural.